jueves, 9 de julio de 2009

8 de Julio


Se rompen tardes de alegres pasados.
Solitario, el crepúsculo canta
Canciones agónicas que traspasan almas.
Y no es dolor de despecho, ni de rabia engalanada.
Es dolor de amor que atraviesa el alma.

No existen llamas que sequen lágrimas
Ni luces de velas que de vainilla pintabas
No hay mas peligro que el de la felicidad de tu mirada
Que me mata.

Orgullosa recojo recuerdos,
En dolorosas y ocres cajas,
Que descubren entre lágrimas,
Que ya no es posible nada.


Y maldigo esa hora no una sino mil veces.
Y maldigo este día no una si no mil veces.
Y maldigo mis ganas de saber de ti.
Y maldigo al amor ese que siento aun por ti.

Enjambres de agujas atacan mis piezas,
Mi vista desecha en lluvia de 8 de julio.
Mi nariz taponada de tu esencia regalada.
Mis manos cansadas de buscar imposibles.
Mi boca dolorida de tu boca deseada.

Maldigo lo que me haces sentir.
Maldigo esta agonía sin fin.
Maldigo ilusiones vagas.
Me maldigo a mí.

1 comentario:

Dama Blanca dijo...

Wow, Carmen, tu poema ha ido cogiendo fuerza en cada verso. El final, sublime; el sentimiento inmejorable.

Me quedo con la primera y la última estrofa, son una pasada.

...

Contador

.

Traffic