jueves, 21 de enero de 2021

Desde dónde estoy


 Desde mi lugar, tras las tristes ventanas de un sitio donde curación y muerte se dan la mano, mirando a través de la vieja persiana de hierro, veo pasar la tarde de un domingo del mes de enero languidecer, acurrucándose hacia el Este deseando dar paso a una larga noche.

La teja roja viva de los tejados de las casas, las verdes copas de los arboles de los parques vecinos donde imagino que habrá niños jugando, adolescentes ocupando bancos, ancianos hablando de fútbol, o alguna pareja haciendo... lo que hacen las parejas.

Veo también pequeñas montañas que rodean la ciudad, son casi yermas con algún matiz verde que dan sensación de alivio de querer respirar, a lo lejos las altas torres de la catedral vigilan en silencio a sus paseantes que entran y salen de ella mientras escuchan el lamento majestuoso de el gran órgano.


Desde mi lugar siento más tranquila alegría que tristeza, aunque esta sea poderosa, noto como algunas miradas que no pueden verse me observan colmandome de respeto y miedo.


Desde mi lugar veo el paso tranquilo de los coches imaginándome vidas, mientras la mía pasa monótona.


Desde mi lugar la noche se convierte en un suave ópalo negro tendiendo su manto, mientras las luces de la cuidad se muestran lejanas confundiéndose con estrellas, jugando con su suave tintineo de rojos y blancos de las luces de los coches, veo ventanas iluminadas haciendo vida, todo sigue.


Desde mi lugar deseo más que nada conocerte y ser feliz haciéndome tu lugar.


Desde dónde estoy...


Carmen Molpeceres

miércoles, 26 de septiembre de 2018

El Levante



El Levante asoma su furia trayendo aromas que pensaba ya perdidos.
Los fantasmas de los castillos en el aire que construyó en su día, que pensaba ya destruidos asoman perfectos, hasta le hace ver las escaleras para llegar a ellos, al parecer su corazón aún está herido, aún tiene sueños, por más que construye muros se derrumban cuando su esencia la traslada el Levante.

Aunque el amor ya queda lejos los recuerdos en aroma la desbordan trasladando anhelos, por poco tiempo, por minutos, noqueado sus sentimientos.

Su otro yo, el práctico, va trayendo las piedras del antiguo dolor, va construyendo un nuevo muro, esta vez creando un laberinto difícil  de desmoronar, la pone la máscara de todo va bien, enciende un cigarro para encubrir esa esencia y hacer que recupere su hipocrita vida servil mientras mira ese mar furioso sintiendo envidia, él puede revolverse, ella se queda estática con su perfecta mascara, con su cigarro en los labios, con las manos frías, los pies descalzos,  y el corazón aun roto dentro del laberinto empedrado.

sábado, 31 de marzo de 2018

Barro bajo mis pies





Este desconsuelo de sentir el barro bajo mis pies y el precario equilibrio que me sostiene, pura fuerza de voluntad que se va secando como el rocío después del amanecer.

Extenuada por la sensación de impotencia en la que la noche atrae gritos en minuciosos silencios, ese silencio vacío y hueco llenado del zumbido de la sangre que se amplifica en el oído, no consigo rellenar espacios que alteran mi ya precario sentido común, las manos que hacen desaparecer el poco ruido de una televisión antigua son los mismos que de forma nada sutil en ese silencio que lo envuelve todo se dan placer, puro onanismo mal escondido.

Si pudiese describir el agotamiento que siento… El placer de la oscuridad absoluta me tienta cada vez mas, dejarme arrastrar por Morfeo, no sentir nada mas, paz…

Carmen

martes, 31 de enero de 2017

Y si....



Y si nos miramos ahora, cuando la tarde va extendiendo su manto nocturno.
Y si nos resguardamos abrazados a su dulce descanso.
Y si nuestros dedos se enredan en su suave vaivén, que nos busca haciéndonos estremecer, derritiendo el hielo tanto tiempo instalado.
Y si la noche trae el día con suave lluvia que incita a seguir meciéndonos, mientras la luz de la chimenea hace brillar las copas de vino, con su perfecto color rojo dulce néctar que acaricia nuestras gargantas, la llama de la vela juega con su titilar tímido uniendo nuestras miradas, que con solo dos colores parezca un abanico de palabras no dichas, conociéndonos, saboreandonos, deleitándonos, transformando un par en uno.
La luz de nuestras sonrisas dará envidia al Sol que se ocultara tras las grises nubes, que llueva, somos felices mientras nuestros cuerpos dicen lo que con palabras es imposible, reviviendonos.
Y si dejamos atrás todo y comenzamos a ser uno y otro, nuestro propio infinito.

Carmen 


jueves, 26 de enero de 2017

La oscuridad del tiempo.



Pasa la vida tan rápido...
Ahora los recuerdos se recrudecen, entremezclan alegría y tristeza.
Recuerdos de noches en suave vela protegiendo pequeños sueños, alimentando esperanzas.
La tarde pasa lenta, a veces sobrevivimos de añoranzas de imágenes perdidas y desesperadamente codiciadas.
La envidia que me da el alba, que a pesar de su edad renueva el día pintando de malvas, rosas y ocres el amanecer,
Pesan los años tanto que duelen, me transformaría en manto para proteger, acabar con todo mal que pase y poder recuperar lo perdido.
El transcurrir del día transforma sentimientos y aun doliendo avanzas, suspiras naciendote del pecho, añoranzas en cortas respiraciones que asoman ayudando a sobrellevar el crepúsculo.
Cruzo los brazos abrigándome sin poder abrigar a mi alma gemela, nacer de nuevo y vivir con ella.
El tiempo tiene un alma oscura que impregna todo sin apenas curar nada.
Carmen.


domingo, 22 de enero de 2017

Sueños



La tranquilidad que refleja lo que tengo delante de mi nada tiene que ver con lo que en realidad siento, queriendo negar la realidad, ese falso alivio del paso de la vida ahora se queda en un vertiginoso y caótico temor.

Sentir el miedo es atroz, el futuro, que ahora debería ser consolidado, se vuelve hielo, hace que me resbale en dudas y pánico arraigando una cobardía como nunca antes.

Miro hacia el frente, el paisaje me deja hipnotizada, veo las preciosas nubes que oscilan entre el blanco más puro a un gris tormentoso, mientras, veo el Sol queriendo imponer su voluntad sin llegar a conseguirlo.
Bajando la vista, el pequeño mar, en un atrevido despliegue de su habilidad hace de espejo, a lo lejos se deja ver la plata pulida de las nubes más claras y un degradado fluido de grises hasta el oscuro que esta frente a mí, las barcas amarradas fuera del puerto se balancean suavemente rompiendo el argentado monótono dando color, el dulce tintineo de las barras de acero marcan un sonido relajante. La naturaleza corta la respiración.

Resignada llevo mis pasos donde me necesitan, miro la gente alrededor, la vida camina jugando con el tiempo y de vez en cuando regala paisajes para seguir soñando.

Algún día mi destino sera otro.

Carmen.


sábado, 21 de enero de 2017

Desde donde estoy...



Desde mi lugar, tras las tristes ventanas de un sitio donde curación y muerte se dan la mano, mirando a través de la vieja persiana de hierro, veo pasar la tarde de un domingo del mes de enero languidecer, acurrucándose hacia el Este deseando dar paso a una larga noche.
La teja roja viva de los tejados de las casas, las verdes copas de los arboles de los parques vecinos donde imagino que habrá niños jugando, adolescentes ocupando bancos, ancianos hablando de fútbol, o alguna pareja haciendo... lo que hacen las parejas.
Veo también pequeñas montañas que rodean la ciudad, son casi yermas con algún matiz verde que dan sensación de alivio de querer respirar, a lo lejos las altas torres de la catedral vigilan en silencio a sus paseantes que entran y salen de ella mientras escuchan el lamento majestuoso de el gran órgano.

Desde mi lugar siento mas alegría que tristeza, aunque esta sea poderosa, noto como algunas miradas que no pueden verse me observan colmandome de respeto y miedo.

Desde mi lugar veo el paso tranquilo de los coches imaginándome vidas, mientras la mía pasa monótona.

Desde mi lugar la noche se convierte en un suave ópalo negro tendiendo su manto, mientras las luces de la cuidad se muestran lejanas confundiéndose con estrellas, jugando con su suave tintineo de rojos y blancos de las luces de los coches, veo ventanas iluminadas haciendo vida, todo sigue.

Desde mi lugar deseo mas que nada conocerte y ser feliz haciéndome tu lugar.

Desde donde estoy...


lunes, 23 de febrero de 2015

Necia






Es sobre unas frases que leí hace poco de una mujer que se llama Jess Browne, seguramente este enamorada si no....

Creo que me gustaría hablar un poquito en este texto parece que las mujeres jodemos diariamente a el hombre que hemos elegido como pareja, aunque según mi experiencia ese hombre se lo merezca.

Primera frase:

"SI LAS MUJERES ENTENDIERAN"
- Creo que las mujeres entendemos todo, creo de verdad que tenemos un sexto sentido muy definido, aunque es verdad que se desarrolla un poquito tarde... digamos que las mañanas de los 30 y las de los 50 distan mucho de ver esa realidad enamorada... de que "nuestro hombre" es el único entre miles. No es así.

Segunda frase:

"Si las mujeres entendieran… que los hombres también tienen miedos, pero sin tanto permiso para mostrarlos."
- Mi padre era un hombre, le he visto tanto reír que me produce una sonrisa su recuerdo, pero una inmensa tristeza su llanto, nunca he visto ocultar el hecho que adoraba a mi madre y ella murió siendo muy joven dejandole un miedo y  una soledad inmensa que con el tiempo, los hijos, los nietos, supo ocultarla de quien no quería verlo, pero ahí estaba también sus lagrimas. Todos tenemos permiso para mostrar los miedos. Otra cosa es que esos miedos se tengan...

Tercera frase:

"Que hay emoción en el ruido de un motor o en el grito de un gol."
- Pruffff, soy mujer, me encanta el sonido de un motor una Harley... un BMW... un F1... y me encanta gritar GOL cuando el Real Madrid mete uno... ¡¿SOY UN HOMBRE?!

Cuarta frase:

"Que valoran mucho más el exceso de sonrisas que tres kilos menos."
- A ver si yo no me río con mi pareja es por que no me hace gracia lo que me dice....o me dejo de hacer gracia y el no hizo caso cuando se lo dije. A mi me paso....y que él no hiciese caso de ello me hizo engordar mas de tres kilos....

Quinta frase:

"Lo abrumador de ser el sostén económico de una familia."
No se cuando se escribió este texto, he mirado y hace poco, pero mi madre hace ya 40 años que murió y ayudaba en la economía domestica, la veía cosiendo vestidos de novia desde que se levantaba hasta mucho después de la cena mientras hacia las cosas de la casa y nos criaba... no sé, ¿Pero no creéis qué hoy en día las parejas son ambos el sostén económico de una familia?

Sexta frase:

"Lo que es tener que ser valiente, poderoso y exitoso a toda hora."
-Una mujer es valiente, cada minuto del día una mujer se enfrenta cada minuto al cuidado de sus hijos desde que nacen, te enfrentas a caídas, mas o menos duras de ellos, a enfermedades, a desengaños, a un millón de cosas que las que somos madres sabemos, y, ¿solo los hombres son los valientes? Poderosos... soy necia lo sé, pero aun no he visto mas que patochadas de poder en algún hombre. Exitoso... creo que me muevo en un circulo muy cerrado por que, y si, soy necia, no conozco a ningún hombre "exitoso"

Séptima frase:

"Lo molestas que son las comparaciones con “el marido/novio de”."
-Esta frase me deja sin palabras, si amas a un hombre jamas comparas, cuando yo amaba jamas comparaba.

Octaba frase:

"La necesidad que tienen de un abrazo que no siempre saben pedir"
- Ahhh que hay que pedir un abrazo en una relaccion...Cuando  amas abrazas.  Es cuando estas dejando de amar cuando no apetece abrazar, ni a pedir un abrazo.

Novena frase:

"Lo difícil que es comprender lo que nunca les han enseñado."
- No sé, a mi nunca me enseñaron a amar, y ame.

Décima frase:

"Las lágrimas que no se animan a llorar."
- Eso pasa por que realmente no quieres llorar.

Undécima frase:

"El poder que tenemos sobre ellos."
- ¿Qué poder?
¿ El de dejarlos sin sexo cuando estas enfadada?
¿ El de que hay mucha "mujer" que hace escarnio de un divorcio y mete a los hijos por medio? Por que para mi esas "mujeres" no deberían llamarse así, si un hombre puede ser un mal marido pero puede ser un buen padre, no me refiero a los maltratadores si maltratas a una mujer maltratas antes o después a tus hijos, eso seguro y no eres un hombre.
Salvo eso no veo el poder que tenemos las mujeres...

Duodécima frase:

"Que ellos también pasan noches sin dormir."
-Tengo que ser yo, mi experiencia es que salvo que a él le hayan dolido las muelas, o se haya ido de fiesta, nunca ha pasado una noche en blanco. Por nada, por nadie.

Decimotercera frase:

"Que necesitan silencio como nosotras charla."
- Es que hay muchas que...

Decimocuarta frase:

"Que no andan por la vida pensando en cómo lastimarnos."
- No, jamas, pero si se van de juerguita, no te lo dicen y te enteras por terceros,  el problema ya no te lo ha provocado él... No por que no lo haya hecho, por que tu piensas que son los amigos quien les lían. Ademas si él no te mira, no te lastima, si no te hace caso tampoco te lastima, es mejor ignorar.

Decimoquinta frase:

"Que son más débiles de lo que su altura y músculos dirían."
- Ejem... eso es indiscutible.

Decimosexta frase:

"Que sacar lo mejor o peor de ellos está en nuestras manos."
- De nosotras...

Decimoséptima frase:

"Que piensan y razonan diferente."
- Ohhh, diferente es que piensen y razonen sí.

Decimoctava frase:

" Que sienten muy parecido."
-Pues no veo yo el parecido, pero claro soy muy necia...

Decimonovena frase:

"Que demuestran sentimientos como pueden o como aprendieron."
- Bueno un cachorrillo abandonado también hace lo mismo...

Bueno estáis leyendo a una mujer que por ciertas cosas se ha vuelto con los años muy necia, creo que por eso siento esta soledad, pero no ha sido por no amar, ame mucho, entregue todo, y ahora me siento como una bandera que el aire voltea como quiere, me volví necia cuando metía mi mano entre las de el y me la soltaba, mientras yo siempre buscaba el beso que él nunca  buscaba, desde que deje de dar caricias y abrazos que  él nunca los pedía y si los daba no eran devueltos.
Posiblemente hay hombres que adoran a sus mujeres, pero ¿eso se demuestra?.

Vivo cerca de la playa, un buen sitio de fin de semana, puedo decir sin equivocarme de diez parejas quien esta casado entre ellos, quien es un "asuntillo", quien se esta conociendo y quien tiene pareja y esta con otra persona.
Creo que me estoy convirtiendo en mala persona,  y de una dualidad que flipo... por una parte no quiero tener a nadie en mi vida, menos líos mas cómodo, por otra abriría el cielo si apareciese alguien y me enamorase de él. Llevo tantas cosas en mis hombros que si por algunos años ese peso me fuese aliviado...
Pero no creo en imposibles, es mejor no tener esperanza, es mejor que mis hombros sigan cargados, así duelen, el dolor hace que te sientas viva.














domingo, 4 de enero de 2015

Grises



Y... transformo tu sombra en el dolor de tu mirada, como dos destellos plateados prestados por la misma luna. Solo segundos. Después, esa mirada se torna plata fría de mar en un día nublado, que no deja pasar nada.

Me cala el frío de soledad, de nuevo instalada, y, ya no lucho, quédate contigo, con tu mirada gris.

Volveremos a encontrarnos, ya sin falsas esperanzas, solo se cruzaran nuestras tristes miradas.

Volverá mi alma a recordar. Por segundos, sabre que sigo de ti enamorada, después, solo quedaran juntas una quimera y la nada.

Carmen.



viernes, 28 de noviembre de 2014

El sueño de una tarde de verano....




¿ Cuándo paso qué no me di cuenta?
Estamos en una casa de verano, frente a un campo de trigo dorado, moteado del rojo vivo de alguna amapola coqueta que se niega a dar todo el protagonismo al cereal.

Meciéndose por una suave brisa que trae el olor inconfundible del verano, a campo, a cereal, a tomillo, a lavanda, a cardo, mezclándose con el aroma a café que otros amigos están repartiendo.

Desde el porche sentada en un arcón antiguo redecorado con unos mullidos cojines, la suave voz de John Legend, de fondo hace la tarde romántica. Te miro y me parece increíble, observo como sigues una conversación, la verdad es que no se de que habláis, miro tus gestos como hipnotizada, veo como mueves las manos grandes y elegantes, tu reloj va y viene jugando en tu muñeca, miro hacia tu cara alguien ha dicho algo, te concentras  para buscar la contestación y aparece ese gesto tuyo, serio que me altera y aparecen las ya habituales mariposas en mi estomago, en tu frente aparece esa arruga que se forma cuando piensas en algo, tu ojos de un profundo verde botella se cierran y se que tienes la respuesta cuando los abres y tu boca se mueve en una chulesca sonrisa de medio lado, contestas y la contestación de unos de nuestros amigos hace que te rías, entonces el mundo parece girar a distinta velocidad ¡ohhh Dios! tu risa, rítmica, sensual, profunda, es increíble como me gusta ese sonido.
Y deben ser mis ojos que no dejan de mirarte, mi razón se escapo a jugar entre el trigo y las amapolas, creo que cuando escuche tu risa, pero mi mirada se cruza con la tuya y noto que la Tierra se ha parado, tus ojos alegres se dulcifican y en tu boca aparece esa sonrisa que reservas solo para mi, en tu mejilla izquierda aparece un hoyuelo y yo dejo de respirar.
Siento que a lo lejos suena All of Me te levantas con elegancia del sillón, tu altura no te hace menos elegante, tu mirada no deja que la mía te abandone mientras te acercas hacia mi. No importan los demás, no importa nada, solo tu y yo, coges mi mano y en segundos la llevas hacia tu boca besándome los nudillos, yo suspiro y sonrío, no es un sueño, no lo es.
Haces que me levante y apoyando mi mejilla en tu pecho siento como hueles mi pelo y das un suave beso en mi cabeza, solo escucho la música, los latidos de tu corazón y un te quiero mientras bailamos, y yo vuelvo a respirar, sé que estoy enamorada.
¿Qué cuándo pasó?
Creo que a los dos segundos de aparecer en mi vida.



viernes, 5 de abril de 2013

Silencios de Lua



La Luna cómplice.

Hay noches que la Luna se vuelve caprichosa cómplice de amores clandestinos.

La Luna morbosa.

Hay noches que la Luna se vuelve perniciosa, ofrece horas con caricias ardientes, besos codiciosos, dedos vehementes, piel sedienta de piel, manos hambrientas de tocar, humedad glotona saciándose en un rincón, lenguas voraces insaciables de lenguas, bocas unidas en silenciosa avidez.
Pasión de días en priapicos minutos.

La Luna sátira..

Hay noches que la Luna se convierte en monologuista irónica, produciendo esa mirada salaz, más tarde socarrona, te apunta con su largo dedo y se ríe de tu ignorante torpeza.

La Luna de hiel.

Hay noches que la Luna, te da su cara llena, te llena de cumplidos, guiños telepáticos, haciendo que te sientas la musa de cada canción de amor, espaciando aposta cumplidos hasta dejarte yerma.

La Luna compasiva.

Hay noches que la Luna se convierte en sabia, siente cierta empatia por ti, son esas noches, las que no se la ve, cuando se reconoce imperfecta y cuando aparece en todo esplendor te hace saber con mirada dulce que recuperaras todo.

La Luna madre.

Hay noches que la Luna se convierte en madre, tiende su blanca mano hacia tu agachada cabeza y te acaricia como si fueses su mas preciado tesoro, es cuando levantas la vista hacia ella y solo así entiendes que la esperanza se recupera desde abajo.


Carmen 

domingo, 31 de marzo de 2013

En serio???




...lo que intento decir es...que sé lo que es sentirse pequeño y totalmente insignificante, y como te puede doler en lugares que ni sabias que tenias... y que no importa cuantos peinados nuevos te hagas, ni a cuantos gimnasios vayas, ni cuantos vinos vinos te tomes con tus amigas, sigues yéndote a la cama cada noche repasando cada detalle y preguntándote que hiciste mal. Y como pudiste haberlo entendido mal.
¿Y como diablos, por ese breve instante, pudiste creer que eras feliz?
Y a veces hasta puedes convencerte de que él vera la luz y se presentará a tu puerta.

Y a pesar de todo eso por mucho tiempo que pase, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar el amor propio y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado empiezan por fin a desvanecerse...

Frase de que dice Iris en la película: The Holiday (Vacaciones)

miércoles, 27 de marzo de 2013

Somos velas...




Quizá la vida sea solo esto, aparecer en luces dedicadas a muchas personas que tratan de apagar ciertas brasas mal apagadas.
Quizá, sean brumas de aire con sabor a oleaje mal simuladas, que acaban en tormentas,  renaciendo en madrugadas.
Quizá, el atisbo del miedo se vaya resquebrajando despacio soltando ese lastre abrumador.
O quizá,  el olor a miedo sea tan real, que nos enroscamos en nuestro propio ser dando acceso a la nada.
Quizá, nos volvemos candiles ante el sueño de prometedoras antorchas.
Quizá, los amaneceres acompañados no están hechos para lunáticos.
Quizá, unir nombre con el verbo amar, sea imposible para candelabros de plata ajada.

Somos velas que se consumen solas,  sin esperanza de que las apaguen, sin promesa de encendernos de nuevo, mechas ya desgastadas, velas con aroma a Ángel, adicciones ocultas, escudos protectores defendiendo maltrechas almas.

Quizá, ese aire sople solo en el calor de una mirada con esencia a tierra mojada, a tomillo, a trigo en agosto, a romero en flor, a azahar, a lirio, a lilas recién cortadas, a amapolas, a margaritas blancas, a nenúfar acunado por el agua, a susurro de mar, a viento del Levante, a tardes de verano...

viernes, 11 de enero de 2013

¡¡¡Qué sonido tan bonito!!!



Escuchaba, escuchaba tus palabras relentizandolas, las convertía en vocales para que no terminase de sonar tu voz, llenándome de bella nieve, la oscura tormenta de mis negativos pensamientos.

Acaricio con ansia su sonido, grabándolo en mi pensamiento, a veces queman, cargando de deseo un simple hola murmurado llevándome hacia a ti, mi mas carnal y primitivo instinto.

Otras atraen ese rumbo que perdí de niñez convirtiéndolas en risa infantil y catártica, exorcizando cualquier mal. 

Esas horas habladas, en rincones escondidos, el poder hipnótico de tu voz, el suave vaivén de los sentimientos que disfrazamos, palabras que abrazan, apenas sin darnos cuenta y que se vuelven hogar.


Y, muchas, muchas de esas palabras provocan ganas de "más", de sentimientos perdidos y ansiados.


¿Querias saberlo? Ese es el poder de tu voz en mi. 

Carmen



domingo, 29 de abril de 2012

Escatológico




Apareció con la luz de la luna llena. 
Esa que le acompaño días de luz. 
Escatológico juego de luces y sombras. 

A veces le sentía a su izquierda. 
Un frió ardiente le recorría la espalda. 
Otras le sentía tras ella. 

Ella acompañada de la luna y sus sombras. 
Reconociendo su acecho. 
Reconociendo que terminaría con ella.

Carmen

lunes, 6 de febrero de 2012

Sabor a ron


Hubo una noche en mi vida, en la que saque de mi garganta, clavos rotos de sabor a ron, esa noche cayo la luna menguante al oscuro negro que ardía en mis ojos.

Trasladándome la luna menguante de nuestra primera noche, nuestro primer beso, la caricia de tus manos, a mi amor que fue tu lacra  y ya no hubo más noches.

Y esa noche quise que ser ciega arrancarme los ojos, y maldiciendo tu felicidad mil veces, vi como la llevaba de lastre esa luna menguante, cayendo en el pozo de tabaco y ron bebiendo conmigo.

Hubo una noche en mi vida, en la que el amor quedó tan mal herido que no llegó a curar y aun hoy es un muerto viviente, que me golpea recordándome que había más noches de ron y tabaco que de lunas menguantes y me rindo ante el dolor, no dejo que entre nadie.

Y es ahora en el transcurso de esta pesada noche, escuchando música que enamora cuando me doy cuenta de que echo de menos el amor, que tomo conciencia de que jamás volverá, mi corazón se rinde, estoy cansada de pelear por algo etéreo, que jamás se convertirá en sólido y me agota.

Hubo una noche en mi vida, que di mí amor sin protegerme, maldigo cada día a mi alma por eso, no me calman las aceras azules que se cruzan en el camino, son solo sombras de lo que añoro, hubo una noche en mi vida que debería haber olvidado, pero sin lógica ninguna aun esta enganchada a mi, y simplemente renuncio al amor.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Ella


Ella, alma muda que describe escribiendo desamores, que fulmina el amor a fuerza de enamorarse.

Ella, un ser encadenado al pasado, que reconoce y no admira, que descubrió rocas de corazón negro.

Ella, un alma en llanto roto, como un espejo antiguo que evoca imágenes ponzoñosas.

Ella, tempestad y rabia, que no serena, que idealizo un rompetechos cómico de lacónico pasado,  prisionero del presente.

Ella será, un alma que despierte por fin, empequeñeciéndole, comprendiendo por fin que él es un simple y monótono payaso.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Realidades


A veces las lágrimas se vuelven orgullosas y no quieren salir, lagrimas que se vierten por dentro, que como el veneno, va pudriendo las venas dejándote sin sangre, deshaciendo ese liquido vital, haciendo que se seque el corazón.

Cuando ese corazón se deshace en polvo, en finas partículas casi invisibles bombean serrín, que se atasca en la garganta asfixiándote.

Hay llantos callados, quejidos mudos, corazones que se rompen en silenciosa agonía.

Hay margaritas que siempre dicen no, rosas sin la esencia de unas espinas dolorosas, necesario dolor, pinchazo de humildad que te devuelve a la realidad.

Hay amores que no se olvidan nunca, esos que están tan llenos de espinas que ni las orgullosas lagrimas logran secar.

Siempre hay una lágrima seca arrebatada a un corazón forjado en polvo.








miércoles, 11 de mayo de 2011

Sucede que...





Sucede que, en sábados tristes,
Aun sigues arañando mi deseo.
Sucede que, esta noche tengo frío,
Y mi deseo hace brasas mal apagadas.

Mientras en tu recuerdo me haces tuya.
Envuelta en mi cama entre sabanas de humo.
En mi memoria hoy llena de deseo,
Me revives como flor en mayo.

Hoy vivo en tu pasión,
Nazco de nuevo en tu cama.
Y el eco de ser mujer
Rebota en ondas de piedra tirada a un lago.

Sueñan mis sentidos
Con los tuyos despiertos.
Navegan mis esencias
Entre las tuyas atrapadas.

Y quiero que estés dentro de mí.
Que me llenes de puro sexo.
Que tu boca se deshaga en la mía.
Que de nuevo me revivas.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Seguir





Luces amarillentas alumbran este pesado camino, mis raíces antes ancladas en tierra fortificada regada de lágrimas, ahora se deslizan suaves por un dúctil lodo barroso y resbaladizo pero renovador, necesario para liberarme.

Blancas las nubes, antes grises, ahora despliegan su esplendor y su poder dando al cielo su contraste ante el azul puro, radiante y gigantesco, algodones blancos que incitan a acariciarles.

Me siento en paz, ya no hay amores imposibles, ni sueños inalcanzables, ahora mis raíces se despegan de ese pasado y avanzan como si tuviesen alas y volasen hacia un futuro, cada vez mas despegadas de ciertos recuerdos ahora indeseables.

Es puro este avance, ya casi firme, ya casi silenciando noches, olvidando fechas, olvidando promesas, desprendiéndome de Midas de oro falsificado.

Estoy comenzando a vivir el presente, uno feliz, con desdichas, pero sin remordimientos, lo que paso se lo llevaron esas nubes grises, no merecía que mis raíces siguiesen ancladas en esa tierra, ni seguir regándolas con lagrimas, tú que antes eras luz, ahora eres oscuridad, eras vida, ahora agonía, eras fuerte, ahora débil, y me alegro te ignoro. Ahora vivo.

jueves, 7 de octubre de 2010

Mujeres puente





¿Por qué, cuando ves que el amor te ha superado, no cruzamos ese rio imaginario del olvido y nos creamos nuestra propia vida?

¿Por qué, a pesar de estar en medio de ese rio, viéndote medio ahogada, no acabas nunca de cruzarlo?

¿Por qué, se hace cada vez mas cuesta arriba, si estamos a medio camino, te llegan recuerdos arrojándote hacia atrás de nuevo?

¿Por qué ese hombre te hace creer que eres única, cuando tiene muchas únicas enjauladas en su mente, solo abriendo esa jaula cuando a él le conviene, sin que una mujer enamorada pueda hacer nada?

¿Por qué no existe ese barquero que te refuerce, que te haga cruzar ese rio, fortaleciéndote, concediéndote tiempo para el desamor?

¿Por qué ese desamor se transforma tan perseverante, odiosamente insistente, inútilmente desamparado, insano e incoherente?

¿Por qué odias ver que ese antiguo amor es feliz, porque no se recapacita haciéndote tu misma a la idea de que has sido una mujer puente, alguien que un hombre necesitaba para subir su autoestima y que después es fácil deshacerse de ella?

¿Por qué esa cobardía, por que se usan esos puentes para sobrevivir y destruirlos después?

viernes, 13 de agosto de 2010

Hiedra




Sube la lluvia del suelo elevándome del fango, laboriosa tarea, pues mis pies siguen enredados en las raíces descompuestas que un día quise arrancar, adhiriéndose aun más a ellos.

Hiedra venenosa invadiendo mis venas furiosas de ira, derrotada de anhelos, correcciones de un presente de tramposo futuro.

Marcando la luz de la vela, la noche, impertérrita, hace sombras en la pared del blanco cielo de nieve, como si se burlase de mi inanimada capacidad de moverme, comunican cambios que preciso.

A diario, mi empeño se derrumba, no hay cambios, ni primaveras floridas, hay un otoño abrasado de hojas caídas, de rojos crepúsculos, de ramajes pobres, de nostalgias asumidas, de noches añoradas.

Cotidianamente, quiero el veneno de esas hiedras, susurros de una paz anhelada, mas siempre hay luciérnagas que me desprenden de ella, miradas que ahuyentan el veneno y afrutados besos de impagable calor.

Carmen

miércoles, 14 de julio de 2010

Bajo el cielo de Venecia.




No hay cercanías de amor, lo tuve en mis manos henchida de el, huyo, cubierto del calor del sol de julio, ahora gélido.

Duele este desamor huérfano, ese que es infinito, solo de uno, te envuelve en plástico dejándote al vacío, te aísla, succiona todo de ti, te tortura con recuerdos dorados a la luz de un castillo y te deja flotando en el foso.

En mi paraíso soñado el agua esta turbia, puentes suspirados de desamores suicidas, asesinos y ladrones.
Canalla tu imagen suspirando amor, cobardes las mascaras grotescas sonriéndome con sorna, falsas tus miradas indiferentes, las mías no engañaron, aun así, mirándote, creo que aun te amo.

Un día pasaré bajo ese puente, suspirante culpable de no poder olvidarte, cerraré los ojos escucharé el sonoro canto de una balada enamorada, suspiraré la palabra maldita, soñaré que mi cabeza reposa en tu hombro y volveré a secarme por dentro.

Espero paciente, espero tus lágrimas, bajo el cielo de Venecia.

domingo, 27 de junio de 2010

Preguntas



Me pregunto si me recuerdas. Si por un instante, el aroma de mi perfume, llega hacia a ti y en un lado casi olvidado de tu cerebro llega hacia a ti mi mirada haciéndote estremecer.

Me pregunto si en los besos que recibes, cierras los ojos y es mi boca a la que besas, si la lengua que acaricias con la tuya es tan suave como la mía, si de su boca sale tanto amor como recibías con mis besos.

Me pregunto si el tacto de su piel te excita tanto como te excitaba la mía, si el roce de sus dedos en tu piel, provocan tanto como lo hacían mis dedos incitándote a no querer parar hasta llegar al máximo placer.

Me pregunto si ella puede con solo una mirada hacerte olvidar como yo lo hacia, si cuando te miras ves tanto amor como había en mi mirada o solo un atisbo de complicidad seudo hermanada.

Me pregunto si te da amor de mujer, deseo, fuerza, o simplemente te cuida como cuida una madre a su hijo. Eres ciego si no ves lo que afirmo, que es puro amor maternal, necesitabas depender de alguien, necesitabas, no un verdadero amor, querías el apego negado tanto tiempo, el calor de una madre y eso que has conseguido, solo veo eso.

Si por un solo segundo te preguntas si aun te amo, date tú mismo un si por respuesta, no te olvido, te siento, no me escapo de tus recuerdos, aun te espero, tete, aun te espero.


Carmen

domingo, 4 de abril de 2010

LLÉVATELO


Llévate, las horas pariendo minutos, estos a su vez engendrando segundos, que resultan inútiles como un círculo cerrado.

Llévate las miradas, fantasmales, recuerdos que adornan mis ojos y no consiguen que esas paridoras se detengan, solo consiguen dañar aun mas mi ser enclavado en un pasado difícil de olvidar.

Llévate mis ojos, volver a ver tu mirada, tus labios, el dulce recuerdo de tu boca jugando con la mía dolorida, ver tus manos que ahora abrazan a otra persona y que en mi no dejaron de recorrer cada centímetro de mi piel con ellas, volver a verte me deja sin aliento y no consigo cerrar ese ciclo.

A veces, en ciertos momentos paridos fingí que quería tu felicidad, más, me mentía a mi misma, y no soy de necedades, no deseo tu felicidad, deseo que pases por una sola hora malpariendo minutos, como los estoy sufriendo yo por tu cobardía.

Llévate esos momentos aunque me impida a mi misma observar tu mirada, aun me pregunto, que absurdo, ¿me recordaras? Y es en esas horas malpariendo minutos engendrando segundos, cuando descubro que aun te espero, sé que malpariré minutos mi vida entera.

Llévatelo todo, anhelaría retroceder en el tiempo, no haberme enamorado, tendría que haber imaginado, que algo tan perfecto acabaría siendo una pesadilla.


miércoles, 20 de enero de 2010

La Moira



Como casi cada día, tu recuerdo viene a mi inesperado, como un rallo de sol en un frió día de enero.

La nostalgia se agarra a esas calles solitarias de mi corazón que parecen desérticas y reconozco arrodillada que aun sigues paseándote por ellas.

La lucha entre el deseo del olvido, volver a ver esas calles solitarias y sentir tu repetitiva y perpetua sombra caminando por ellas es como un anillo de fuego que quema mi piel por dentro.


Quiero un paréntesis, rellenar recovecos donde tú aparezcas, emparedarte entre muros de donde sea imposible que tu susurro llegue hacia mi recuerdo, y que quede en silencio entre esas paredes.

Lanzaría tus meses a un agujero negro, sin cuerda que la sujetase, simplemente que desapareciesen. La bella Moira que con buenas intenciones saco su pluma y te puso en mi destino, me cruzo en tu camino y mi ira también va encaminada hacia ella, aun sigue robándome años.

No sé si de esos muros volverás a salir cuando menos me lo espere, solo se que si vuelves, espero estar caminando por las Perseidas, sacar tu sombra cobarde de mis latidos y dejarte diluir entre ellas, esperando que no caigas en otro latido al que dañes por que alguien tan cobarde no sabe amar.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Disfrazando navidades



A veces, un sutil gesto, el rostro de una persona conocida, el suave balanceo del viento o saber que la morriña juega malas pasadas, este atardecer tiñe de rojo las nubes mezclándose con el azul del cielo y el horizonte dándole un color anaranjado, todas esas cosas se mezclan con el verde del árbol frutal de la casa colindante y los suaves tonos que va tornando la fruta, ahora entre verde y naranja, hasta que maduren, y un naranja brillante asome entre sus ramas.

El aroma que desprende hace que recuerde el postre que en esta época normalmente hacia en Madrid hace muchos años, la navidad con mis hijos aun muy pequeños y la prometedora tarde que les habíamos propuesto, llenaban de impaciencia la tranquilidad de una sobremesa contagiándome.

No he querido nunca perderme sus expresiones, era maravilloso ver sus caritas al meterse un trocito de naranja a veces ácida, mezclado con los granos de una dulce y sabrosa granada mientras comentaban su entusiasta viaje por el metro, algo que yo odiaba, pero que para ellos era toda una aventura.

Nosotros vivíamos en el barrio de Hortaleza, y mi marido nos llevo hasta el barrio de Fuencarral desde junto con mi hermana, dos cuñadas, mi suegra y seis niños más saldríamos hacia los puestos de navidad que en estas fechas ponen en la Plaza Mayor, ocho impacientes pequeños y cinco adultos cargados de paciencia y controlando que no pasase nada.
El olor inconfundible de la grasa de los raíles del metro, el de la colonia de otras personas, el del sudor de trabajadores que regresaban a sus casas a descansar, y de algún que otro usuario que había bebido en alguna de esas fiestas improvisadas que dan las empresas en esta época, hacían que tuviésemos los cinco sentidos puestos en los niños, odio el metro.

Ya subiendo por las escaleras de la Puerta del Sol, comienzo a ver la famosa pastelería, La mallorquina, junto con las habituales vendedoras de lotería que abrigadas de pies a cabeza con sus rojas narices, supongo que del frío aunque los corajillos también ayudarían ha soportar dicho frío trataban de vender los últimos decimos para una lotería de ilusiones de esperanzas, que muy poca gente llega a sentir.

Cuando nos cercioramos que estábamos todos juntos, los niños no hacían mas que mirar el reloj que pocos días después verían por la televisión introduciéndonos en el año 1997, mientras una de mis cuñadas les informaba de como era el mecanismo yo me entretuve unos minutos mirando alrededor.

Quiero que ese pequeño recuerdo permanezca muchos años en mí, el bullicio de esas calles, los coches, las personas, un pequeño y maravilloso universo encerrado en la Puerta del Sol.

El mestizaje, turistas, matrimonios y amigos juntos cargados de compras, mendigos pidiendo alguna moneda, drogadictos buscando dinero para sus dosis, policías “vigilando” dicho bullicio, prostitutas y chaperos buscando clientes, amantes caminando deprisa, entrando en los hostales para pasar estar unas horas junto a su amor prohibido y mas gente que llevaban nuestro mismo destino, todos maravillados por el poder de las luces que adornaban las calles.

Comenzamos a andar hacia nuestro destino caminamos por la calle Mayor hacia la calle Esparteros, en un pequeño rincón el olor peculiar de leña y castañas, me hacia volver a mi niñez, los niños encantados ante la idea de poder comer algo calentito, miraban absortos como la castañera estando tan cerca de la lumbre no se quemaba y movía con gran maestría la paleta dándolas la vuelta de vez en cuando para que se dorasen, se agradecía un cucurucho de castañas recién hechas entre las manos, reconfortaba.

Ya en el arco que daba paso a la entrada de la plaza, dirigimos la mirada hacia ellos, las caritas fascinadas por el juego de luces, el jaleo, el canto de los villancicos sonando en la plaza, el olor peculiar de los abetos, hace cerrar los ojos adentrándose, quizás desconectando por unos segundos del alboroto, en un bosque frondoso e imaginas acompañando a esa tarde de fantasía que en cualquier momento saltara un hada y se posara delante de tus narices haciendo un gesto cómplice. Mientras los niños tiran de nuestras manos para ir a todos los puestos a la vez, los espumillones bailando por el aire de la plaza, las figurillas para los belenes, miles de bolas de colores brillantes, artículos de broma, mascaras de personajes famosos, o de monstruos, pelucas de brillantes colores.

Por fin y saliéndose con la suya, salimos de la plaza con los niños y sus mascaras de monstruos, varios spray de nieve artificial, las niñas con pelucas brillantes, su correspondiente corona de princesas y nosotros ya sin la paciencia que creo se nos perdió en algún lugar de esa bendita plaza.

Una “guerra”, nos hace sonreír por unos momentos. Varios “adultos” con spray de nieve recrean sus años perdidos aprovechando esta época, olvidando los problemas de un diario consabido y posiblemente no todo lo feliz que ellos quisiesen, o si, quién sabe…

Creo que estas fechas están destinadas a los recuerdos, gobernadas por la soledad y son amantes prohibidos de una vida diaria que tiene muy poquito de vida feliz y que aparentamos o disfrazamos aposta para tener una guinda dulce en el martíni al que casi siempre se le pone una amarga.

No me gusta la Navidad, pero logro disfrazarla.

Carmen



viernes, 4 de diciembre de 2009

Por fin un lustro sin ti.



Siguen las finas partículas de arena marcando despacio el tiempo dentro de su universo de cristal.

No hay mas razones para que la melancolía siga pasando mezclándose con esa suave arena, que compasiva, arropa suavemente su destino, el de hacerla desparecer tras una eternidad.

Acompañando a esa melancolía, la maldita soledad, que tan insistentemente se acomodo en mí y que ahora comienzo a ver que no es mi compañera infatigable, si no, que se agota en su insistencia y retrocede por mi indiferencia ante ella, aunque sigue dando palos de ciego ahora se encuentra desubicada.

El poder de ese reloj, ver el paso de la arena por el estrecho embudo, hace que por fin se aleje el recuerdo de tu cobardía dejando el cristal transparente, ese tiempo, que antes era mi enemigo, ahora me acompaña dejando atrás su opacidad, incluyéndome en su transparencia, dejándome ver mas allá de ti, y tus mentiras.

El sosiego me acoge en sus brazos, solo se que adoro a tres rosas, que lo demás es minúsculo, como el estrecho paso de dicho reloj.

Ahora trascurre el tiempo sin fatiga, sin miedo, con el desahogo de ver la continua y alegre caída de la arena, antes pasaba lenta y pesada, asfixiante, ahora son margaritas frescas y entremedias mis rosas,

No necesito nada más, por fin un lustro sin ti.

lunes, 17 de agosto de 2009

Traquilidad


Sentada en un atardecer de verano, con una suave brisa blandiendo a sus anchas, mi vaporosa falda en el patio monasterial, solo el sonido de la naturaleza suena alrededor.

Los pájaros alegras trinan agradeciendo la sutil brisa que les alivia, un ruidoso grillo lanza su canto esperando que su hembra aparezca y requiriendo, ¿Por qué no? Su pequeño protagonismo en la tarde tranquila., retando a los pájaros.

En la fuente milenaria del centro del patio, un zángano revolotea detrás de una coqueta abeja que, haciéndose de rogar, juega con su particular baile, incitándole a retar a la reina y llevarse su amor.

Extrañamente tranquila recibo con agradecimiento el sonido del canto gregoriano de los monjes del monasterio, trasladándome una paz que pocas veces antes he sentido, apartando de mi mente desamores, tristeza y esa soledad que lleva anclada en mi tantos años.

Veo pasar el tiempo serena, mientras observo que el cielo azul va dando paso a nubes amenazando tormenta de verano, el aroma a tierra mojada, el sonido de un trueno a lo lejos, hacen que me alegre, me gustan las tormentas.
Bajo los soportales del monasterio me siento protegida, los luminosos y voraces rayos atravesando el cielo, el sonido atronador de los truenos, el viento, la lluvia cayendo furiosa, hacen que me sienta viva.

La extraña mezcla del canto de los monjes y tormenta, provocan en mi, el atisbo de mi otra yo, la que tenia sueños, la que quería avanzar y lo hacia, esa yo que ahora desconozco y que por unos momentos he recuperado.

Ahora, con el aire impregnado del aroma de los cirios, incienso y velas de la capilla, el olor a tierra húmeda del paso de la tormenta, de la que solo quedan pequeñas gotas que deslizándose por los árboles traviesas juegan con las hojas haciéndoles cosquillas, consigo el sosiego tan deseado.

Aun resuena algún trueno en la lejanía, y yo solo puedo pensar en una cosa, estaba preparada para todo, menos para tu llegada.

martes, 21 de julio de 2009

Pisando espejos rotos


Leo contundentes líneas de un adiós esperado, no deberían amanecer los días de negaciones, aplastan como el cielo plomizo de una tormenta de verano, caliente indeseable y sin embargo despertamos y leemos…

Con el constante humo de un cigarro fumado entre ojos cristalinos, con el raspeo que deja el licor al pasar por la garganta ya mortificada por un molesto nudo amenazando con acomodarse en los ojos, seguimos la lectura, quizás para eso están destinados el tabaco y el alcohol, para ese dolor.

A veces, seria preferible ser sumisos, cumplir los estrictamente las funciones que se nos encomiendan, acatar ordenes, ser maquinas precisas, obedientes, dedicadas a una función especifica, imagino esa opción y sencillamente la adoro… no tener alma.

Sin embargo aprendemos y decidimos, seguimos sentimientos la entrega aun mínima, desorienta, manejamos algo que somos incapaces de controlar, nos hunde, quizás toda una vida, quizás un solo segundo, pero seguimos sintiendo.

Pisamos espejos rotos en miles de pedacitos, chirrían bajo nuestros pies y aun así seguimos pisando.

jueves, 9 de julio de 2009

8 de Julio


Se rompen tardes de alegres pasados.
Solitario, el crepúsculo canta
Canciones agónicas que traspasan almas.
Y no es dolor de despecho, ni de rabia engalanada.
Es dolor de amor que atraviesa el alma.

No existen llamas que sequen lágrimas
Ni luces de velas que de vainilla pintabas
No hay mas peligro que el de la felicidad de tu mirada
Que me mata.

Orgullosa recojo recuerdos,
En dolorosas y ocres cajas,
Que descubren entre lágrimas,
Que ya no es posible nada.


Y maldigo esa hora no una sino mil veces.
Y maldigo este día no una si no mil veces.
Y maldigo mis ganas de saber de ti.
Y maldigo al amor ese que siento aun por ti.

Enjambres de agujas atacan mis piezas,
Mi vista desecha en lluvia de 8 de julio.
Mi nariz taponada de tu esencia regalada.
Mis manos cansadas de buscar imposibles.
Mi boca dolorida de tu boca deseada.

Maldigo lo que me haces sentir.
Maldigo esta agonía sin fin.
Maldigo ilusiones vagas.
Me maldigo a mí.

martes, 9 de junio de 2009

Un regalo de un amigo Akela

He navegado por mares de sueños
Peligrosos mares,
He navegado entre continentes de promesas
Y he naufragado en playas de sueños rotos.

Pero me embarque en nuevas aventuras,
Nuevos mares, nuevos continentes
Buscando otros ojos,
Que como faros me guiaran.

Hoy he visto los tuyos,
Faros en la noche,
En mi noche insomne
En mi noche sin final.

Sirena sin canto…
Sirena con voz de agua cristalina
Sirena que me llama
Para salir de la oscuridad.

Y se que esta noche,
Noche nueva,
Noche de roca infinita,
Veré la luz de sus ojos faro.

Akela

domingo, 7 de junio de 2009

Ni una mirada


Subsisto, sobrevivo como un faro en mitad del océano, vapuleándome el viento a su voluntad, aires y desaires que campan a sus anchas burlándose de la luz que emana de mí sobrepasándome.
No destino a las olas ni una mirada, una tras otra golpean mis cimientos dañándome, mas, me veo incapaz de mirar y gritar que me dejen en una paz que necesito como el aire. Mi luz ilumina un pasado feliz de mar en calma falsa, en el interior brutales tempestades, en el exterior una suave acuarela azul cielo de figurada hipocresía.
En la noche cuando las estrellas juegan con el cielo marcando su particular dominio caen abatiéndome con todo su peso sin mirar el mal ocasionado, simplemente juegan, como infantes insolentes alterándome, violando mí sueño mil veces, pretendiendo que doblegue mis férreos pilares arrodillándome ante ella haciendo que inútilmente suplique.
De que me sirve un grito que no escucha nadie.
De que sirve una lluvia en el mar que solo siento yo.
De que sirve suplica si mi oración la siento insignificante.
Carmen

martes, 19 de mayo de 2009

Empeños...


Marco mi caminar con pasos arrastrados, cerrado los ojos, dormidas mis manos, caminar lento suspiros ahogados.

Ya de nada puedo tirar, no tañen campanas a mi paso por mucho que las quiera hacer sonar, en un día todo hundido, una vida y la nada hallada.

Miro a la mar seducida por su hechizo, sosiego pleno, templado murmullo, cautivándome con su voz calma, no hay pasos que me arranquen hacia ella, me siento clavada.

Mientras la vida pasa ante mi como en una película a muchas mas revoluciones de las que permiten mirar mis ojos cansados, niños que crecen, almas que se aman, lo observo como en un sueño, casi sin darle importancia.

Hoy mi paso no hace camino, hoy mi vida gime, recojo daños tirando toallas, hoy la mar esta parada, de mis ojos ya no recoge lágrimas, mi alma esta seca como un ánima.

En medio de esa nada noto mi metamorfosis en estatua de sal labrada, noto como llega el agua a mis pies, voy deshaciéndome despacio, no siento dolor, ni amor, ni pasión, nada.

Quiero sentir tranquilidad, ver que la vida pasa, y soy incapaz de conseguir nada.

Empeños…

Un hermoso pozo

Tú caminas con la soledad blandiendo su insignia.
No es un camino fácil, lo enmascaras con luces tenues, aterciopeladas vendas, que atas con socorridos lazos, cuerdas encadenadas a la mente impidiéndote racionalizar si hay sentimientos en ti.

Te asemejas a un hermoso pozo pintado de blanco, con el fuste de hierro forjado en perfecto dibujo, con el cubo sujeto a una cuerda, pendiente de una polea ya oxidada, pero que aun mantiene el poder de sujetarte y tirar de ti cual marioneta.

Mientras entras y sales del pozo con el cubo lleno de esperanzas, esperanzas que solo quien domina la cuerda y mientras no sientas el chirriante sonido del carril que la guía, acomodas a tu antojo, ánimas de amor heridas, las que manejas igual que te maneja la dueña de la cuerda a ti.

Solo si la que mantiene la cuerda sujeta tira de ella te detienes tú, quedas suspendido en el aire, silencioso, sutil, tratando de llegar a poner aceite, suavizando la cuerda para seguir acumulando, consiguiendo mas victorias mas gotas, muchas mas gotas de esperanza derramadas.

Hermoso ser insensible, no llegas a saber como te quieren, no intuyes como te quieren, no sabes reaccionar ante el amor, ante él te agujereas desapareciendo, te absorbe amar, te asusta.

Y yo llena de tristeza miro como te balanceas, moviéndote tan fuerte y orgulloso como un gatito herido en su amor propio.

Llegaras a amar, llegaran a herirte, llegaras a sentir lo que haces sentir y no habrá cuerda que te sujete, ni polea oxidada que te avise, solo un gran vacío dentro, el que tú has provocado tantas veces.










Ese cruel cazador


Acompañada de penumbras, con la tenue luz de una vela con el fugaz vaivén de su efímera llama, el viento, el goteo constante de la lluvia sonando en el cristal, noche fantasmal, que acogedoramente admiro tras la calidez de mi ventana, balancea la llama vapuleada por el suave aire de un suspiro, no consigo hacer la maleta, regresar a mi vida, aun siento el cobijo de su abrazo en mi cama, sentir sus brazos entrelazados a mi cuerpo.

Aun duele pensar en él, aunque mi pluma satisfecha baila el consabido ritmo haciéndole el amor a el papel, de esa tinta solo sale soledad, recuerdos que con gusto llenaría un folio, lo enrollaría sobre si mismo, lo metería en una botella y echándolo al mar viendo como el viento la arrastra hasta verla desaparecer, que llegase a sus manos, que por unos minutos sintiese como me siento yo.

Quizás sea el no poder avanzar, pero esta noche me rompo como el estallido del relámpago.

El amor es maravilloso, mientras no pongas sentimientos en el, un cruel cazador, caprichoso, ebrio de un poder que sabe suyo y como tal contagia a todo aquel que le da la gana, un enfermero macabro que cura hiriendo.

Efímera vela encendida con horas de pasión y años de desamor que casi consumida se balancea queriendo seguir viva terminando por apagarse con calidas gotas entristecidas.

Y no amanece si el no quiere, traicionero, cruel, hace pasar noches despierta y días soñadores, alterna amor y odio, en medio, nos deja desamparados, en vereda estrecha que solo cuando estamos enamorados se convierte el un impresionante campo bello… y siempre acaba en siembra árida, desolador paisaje..
CARMEN

Condena

Es ese enemigo que llevo por dentro, el que me desarma en tu recuerdo, como una condena a evocaciones forzadas, maldito juez que me sentencio a recuerdo perpetuo.

Grilletes de días felices, elásticos momentos que dan de si exageradamente irreales, presa en un sueño tan deseado como inexistente.

En la horqueta de la prisión de tu mente, separaste dejando olvidada mi celda, llevando contigo la llave esa que cierra el cerrojo de eso que llaman amor.

Oigo tañir una campana fúnebre, lento el sendero del olvido derrota mi siguiente paso… y otro… y otro…

Aun si me transformo en luna eclipsando a ese sol que hasta ahora se superponía a mí, quiero dejarle atrás, forjar mis noches en una fuente de agua fresca, salir, poder respirar.

Hoy siento que no te he recordado hasta ahora, que ese recuerdo no hace soltar lágrimas, hoy leí tres palabras que no recordaba y mi mundo abrió la celda acercándome al fin a la esperanza, al menos asomo.

...

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