viernes, 5 de abril de 2013

Silencios de Lua



La Luna cómplice.

Hay noches que la Luna se vuelve caprichosa cómplice de amores clandestinos.

La Luna morbosa.

Hay noches que la Luna se vuelve perniciosa, ofrece horas con caricias ardientes, besos codiciosos, dedos vehementes, piel sedienta de piel, manos hambrientas de tocar, humedad glotona saciándose en un rincón, lenguas voraces insaciables de lenguas, bocas unidas en silenciosa avidez.
Pasión de días en priapicos minutos.

La Luna sátira..

Hay noches que la Luna se convierte en monologuista irónica, produciendo esa mirada salaz, más tarde socarrona, te apunta con su largo dedo y se ríe de tu ignorante torpeza.

La Luna de hiel.

Hay noches que la Luna, te da su cara llena, te llena de cumplidos, guiños telepáticos, haciendo que te sientas la musa de cada canción de amor, espaciando aposta cumplidos hasta dejarte yerma.

La Luna compasiva.

Hay noches que la Luna se convierte en sabia, siente cierta empatia por ti, son esas noches, las que no se la ve, cuando se reconoce imperfecta y cuando aparece en todo esplendor te hace saber con mirada dulce que recuperaras todo.

La Luna madre.

Hay noches que la Luna se convierte en madre, tiende su blanca mano hacia tu agachada cabeza y te acaricia como si fueses su mas preciado tesoro, es cuando levantas la vista hacia ella y solo así entiendes que la esperanza se recupera desde abajo.


Carmen 

domingo, 31 de marzo de 2013

En serio???




...lo que intento decir es...que sé lo que es sentirse pequeño y totalmente insignificante, y como te puede doler en lugares que ni sabias que tenias... y que no importa cuantos peinados nuevos te hagas, ni a cuantos gimnasios vayas, ni cuantos vinos vinos te tomes con tus amigas, sigues yéndote a la cama cada noche repasando cada detalle y preguntándote que hiciste mal. Y como pudiste haberlo entendido mal.
¿Y como diablos, por ese breve instante, pudiste creer que eras feliz?
Y a veces hasta puedes convencerte de que él vera la luz y se presentará a tu puerta.

Y a pesar de todo eso por mucho tiempo que pase, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar el amor propio y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado empiezan por fin a desvanecerse...

Frase de que dice Iris en la película: The Holiday (Vacaciones)

miércoles, 27 de marzo de 2013

Somos velas...




Quizá la vida sea solo esto, aparecer en luces dedicadas a muchas personas que tratan de apagar ciertas brasas mal apagadas.
Quizá, sean brumas de aire con sabor a oleaje mal simuladas, que acaban en tormentas,  renaciendo en madrugadas.
Quizá, el atisbo del miedo se vaya resquebrajando despacio soltando ese lastre abrumador.
O quizá,  el olor a miedo sea tan real, que nos enroscamos en nuestro propio ser dando acceso a la nada.
Quizá, nos volvemos candiles ante el sueño de prometedoras antorchas.
Quizá, los amaneceres acompañados no están hechos para lunáticos.
Quizá, unir nombre con el verbo amar, sea imposible para candelabros de plata ajada.

Somos velas que se consumen solas,  sin esperanza de que las apaguen, sin promesa de encendernos de nuevo, mechas ya desgastadas, velas con aroma a Ángel, adicciones ocultas, escudos protectores defendiendo maltrechas almas.

Quizá, ese aire sople solo en el calor de una mirada con esencia a tierra mojada, a tomillo, a trigo en agosto, a romero en flor, a azahar, a lirio, a lilas recién cortadas, a amapolas, a margaritas blancas, a nenúfar acunado por el agua, a susurro de mar, a viento del Levante, a tardes de verano...

viernes, 11 de enero de 2013

¡¡¡Qué sonido tan bonito!!!



Escuchaba, escuchaba tus palabras relentizandolas, las convertía en vocales para que no terminase de sonar tu voz, llenándome de bella nieve, la oscura tormenta de mis negativos pensamientos.

Acaricio con ansia su sonido, grabándolo en mi pensamiento, a veces queman, cargando de deseo un simple hola murmurado llevándome hacia a ti, mi mas carnal y primitivo instinto.

Otras atraen ese rumbo que perdí de niñez convirtiéndolas en risa infantil y catártica, exorcizando cualquier mal. 

Esas horas habladas, en rincones escondidos, el poder hipnótico de tu voz, el suave vaivén de los sentimientos que disfrazamos, palabras que abrazan, apenas sin darnos cuenta y que se vuelven hogar.


Y, muchas, muchas de esas palabras provocan ganas de "más", de sentimientos perdidos y ansiados.


¿Querias saberlo? Ese es el poder de tu voz en mi. 

Carmen



...

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