miércoles, 16 de marzo de 2011
Seguir
Luces amarillentas alumbran este pesado camino, mis raíces antes ancladas en tierra fortificada regada de lágrimas, ahora se deslizan suaves por un dúctil lodo barroso y resbaladizo pero renovador, necesario para liberarme.
Blancas las nubes, antes grises, ahora despliegan su esplendor y su poder dando al cielo su contraste ante el azul puro, radiante y gigantesco, algodones blancos que incitan a acariciarles.
Me siento en paz, ya no hay amores imposibles, ni sueños inalcanzables, ahora mis raíces se despegan de ese pasado y avanzan como si tuviesen alas y volasen hacia un futuro, cada vez mas despegadas de ciertos recuerdos ahora indeseables.
Es puro este avance, ya casi firme, ya casi silenciando noches, olvidando fechas, olvidando promesas, desprendiéndome de Midas de oro falsificado.
Estoy comenzando a vivir el presente, uno feliz, con desdichas, pero sin remordimientos, lo que paso se lo llevaron esas nubes grises, no merecía que mis raíces siguiesen ancladas en esa tierra, ni seguir regándolas con lagrimas, tú que antes eras luz, ahora eres oscuridad, eras vida, ahora agonía, eras fuerte, ahora débil, y me alegro te ignoro. Ahora vivo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario